Pablo Gonzalez

EE.UU.. Niña llora de felicidad al abrir la caja de su Escopeta Beretta 686



LAS ARMAS: UN VIDEO PARA LLORAR




El video anterior (en el enlace), puede hacerte llorar y no por la ternura aberrante que se desprende de las emotivas imágenes de la niña que recibe de sus padres el super regalo soñado, sino porque detrás de ellas se percibe la locura de perversión social promovida y estimulada por los señores de la industria de armas, una locura que también es permitida y amparada por las leyes, en la sociedad estadounidense.

Las leyes en Estados Unidos prohíben que los menores de 21 años compren alcohol o cigarrillos, pero en cambio son muy permisivas para que adolescentes puedan conseguir las armas que quieran

Hace 6 días, un día antes de Valentine's Day, el adolescente Nikolas Cruz de 19 años, mató a 17 personas e hirió a otras 14 en la escuela secundaria de la ciudad de Parkland, de Florida.

El adolescente demostró ser la expresión inequívoca de la peligrosa y degradante cultura que el supra poder - que está por encima de la Casa Blanca - ha venido configurando poco a poco en detrimento de la vida de los estadounidenses.

Cruz aprovechó el muy cuestionado derecho, que las leyes estadounidenses le dan a cualquier jovencito mayor de 18 años, para comprar y poseer las armas que deseaba, hizo su arsenal de armas de fuego y cuchillos y con él se exhibió desafiantemente en las redes sin que los cuerpos de seguridad nacional vieran nada malo en eso, y cuando quiso agarró parte de su colección bélica y decidido, salió a matar.



Ya se ha vuelto normal en Estados Unidos cualquier expresión de violencia, de acción o palabra. Y es lógico que así sea.

¿Cómo no va a ser lógico?

Estas acciones son el reflejo del accionar de los diferentes gobiernos que, para mantener su control y dominio sobre el resto de países, no les importa pasar por encima de los principios básicos del respeto y la convivencia en cualquier lugar del planeta.

Lo que hizo el adolescente asesino, es muy parecido a lo que los soldados estadounidenses y, o, mercenarios pagados por EUA, han hecho y siguen haciendo en muchísimos países donde disponen de la vida de los ciudadanos de esos países cuando quieren y como quieren.

Cultura violenta y arrogante.

Por eso es lógico que algunos perturbados tengan el mismo concepto de libertad.

Por eso con libertad y orgullo, expresan su sentimiento de menosprecio y arrogancia, en los mismos términos supremacistas, racistas y homofóbicos, que desde antes que fuera elegido presidente habían sido alentados por Trump.

¿Si lo hace Trump, por qué el desquiciado adolescente tendría que considerarlo incorrecto?

 Nikolas Cruz, decía que quería matar a mexicanos y homosexuales y hacia llamados para que los buenos ciudadanos, encadenaran a los afroamericanos o les cortaran la garganta.

Después de la masacre, en concordancia, apareció Trump diciendo el lógico discurso vacío, un discurso como tapete para esconder la sangre:

"Mis oraciones y condolencias están con las familias de las víctimas del terrible tiroteo" agregando para solaparse: "Ningún niño, maestro ni nadie más, debería sentirse jamás inseguro en una escuela estadounidense".

 ¿Qué otra cosa podía decir Trump, si el año pasado le prometió a la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA) que tendrían “un amigo en la Casa Blanca”?

Trump seguirá fiel a la promesa, aunque la verdad es que la voluntad del presidente no importa mucho, pues no hay nadie, ni presidente, ni congreso, ni senado, ni ciudadanos, que valgan.

Nadie se le puede parar en frente a la poderosísima industria armamentista.

La gran democracia estadounidense no existe cuando se trata de exigir leyes más estrictas sobre el control de armas.

Lo único que queda es pedirle a Dios que nuestros familiares y amigos residentes en aquel país, estén lo más lejos posible del sitio donde se dará el próximo tiroteo y la próxima masacre, que cuide a los niños en las escuelas, a los jóvenes en las universidades, a los feligreses en la iglesia, a los que se divierten en la discotec, a los que asisten al estadio, a la familia que visita el parque, a los que compran en el mall, a los que viajan en el metro o en el bus; a los que regresan del trabajo felices porque al doblar la esquina está la casa, o el edificio de apartamentos, con el hijo, la esposa o la madre, esperándoles con una sonrisa, un beso y un abrazo.

Lo único que queda, es pedirle a Dios que los proteja, que nos haga el milagro.

https://www.facebook.com/Jrfalconv/posts/2070267456324404

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