Pablo Gonzalez

EE.UU. Millones para la lucha contra Rusia


En Estados Unidos, el Congreso ha anunciado la asignación de 4.600 millones de dólares para la lucha contra Rusia en el Este de Europa en el marco del presupuesto de Defensa para 2018.
Ese presupuesto incluye instrucción, mantenimiento de capacidad de combate de las tropas desplegadas en el este de Europa, apoyo a los ejércitos locales, ciberseguridad, guerra informativa, etc. 

En este contexto, Ucrania recibirá 350 millones de dólares y los países bálticos, 100 millones.

Hay que decir que se esperaba un aumento en el gasto en el este de Europa, pero que no es tan elevado como se esperaba. 

Hay que recordar que, en 2015, el presupuesto de Defensa para esas actividades ascendía a 750 millones de dólares. 

En 2016 aumentó a 3.500 millones de dólares. 

El aumento no es tan significativo como el año pasado, pero se mantiene la tendencia al alza del gasto en actividades “anti-rusas”, con un probable aumento también en las partidas para la CIA y NSA en este ámbito.

¿Qué significa todo esto en la práctica?

Las actividades de las tropas de Estados Unidos y de la OTAN en el frente occidental no van a disminuir, sino que aumentarán gradualmente. 

La motivación sigue siendo la misma: “contener la agresión rusa”. 

Así que, además de sus tropas, Estados Unidos seguirá presionando a sus satélites y aliados menores para incrementar su participación en programas de Estados Unidos en el este de Europa.

Aumentará el número de maniobras y actividades militares diversas que estarán relacionadas con la cooperación del ejército estadounidense y los ejércitos de países de la OTAN, aunque el objetivo será también aumentar la capacidad de combate de los ejércitos de estados tapón como Ucrania, Lituania, Letonia o Estonia.

 Las medidas simétricas con las que responda la Federación Rusa serán presentadas como “prueba de intenciones agresivas” y serán la justificación de futuros aumentos de los presupuestos de Defensa.

El aumento del presupuesto tendrá, sin duda, un impacto en el campo de la información y la propaganda, por lo que es de esperar un aumento en la propaganda militar que insista en el tema de la “mala Rusia haciendo cosas malas”, “Rusia quiere invadir Polonia, los países bálticos, Moldavia” (es necesario enfatizarlo).

Es posible un aumento en los ataques contra la infraestructura informativa de la Federación Rusa en el contexto de la “lucha contra los hackers rusos”, en el que también hay que entender que no solo participa el Pentágono.

 Son posibles los ciberataques contra la estructura civil y la inteligencia militar. Es muy probable que continúe la revitalización de las actividades de inteligencia en el este de Europa y Rusia.

En Ucrania, Bielorrusia y Moldavia es probable que se vea un aumento de la propaganda de la OTAN y propaganda anti-rusa dirigida a la lucha por los estados tapón. 

El objetivo final está determinado por la estrategia de “contener a Rusia” y de eliminar cualquier influencia política, económica o militar rusa en esos países. 

Es probable que Poroshenko siga manteniendo a medio plazo el apoyo de Washington, mientras que es de esperar que la presión sobre Lukashenko y Dodon aumente.

Es decir, la escalada total de la retórica de las relaciones diplomáticas se mantendrá debido a la sistemática práctica de actividades de información anti-rusa del Pentágono. 

Trump no ha querido o no ha podido cambiar esta tendencia, así que, pese a algunos esfuerzos de ambas partes para reducir la tensión, los halcones de ambos bandos seguirán al mando en el futuro a medio plazo, ya que no es de esperar que Rusia deje sin responder este tipo de actividades cerca de sus fronteras. 

Eso podría traducirse en el fortalecimiento de las tropas en la frontera occidental, modernización y aumento de las actividades de inteligencia en el este de Europa o actividades de contra-propaganda en el contexto de la actual guerra informativa.

En el lado positivo, es improbable que tenga éxito cualquier intento de nuestros pro-occidentales de realizar concesiones para normalizar relaciones con Estados Unidos. 

Así que la lógica del conflicto empujará a Rusia a dar pasos más activos -aunque es probable que no se den hasta después de las elecciones rusas- para conseguir mantener el statu quo en el este de Europa.

https://slavyangrad.es/2017/11/17/13003/

Related Posts

Subscribe Our Newsletter