Pablo Gonzalez

DOROTEA WILSON



Nació en Bilwi, Puerto Cabezas, Región Autónoma del Atlántico Norte, de familia humilde de 9 hermanos, 4 mujeres y 5 varones, de padre obrero quien trabajo por más de 45 años en las minas Siuna y Bonanza, y madre ama de casa, ambos fallecidos. Casada, con dos hijas y una nieta.
Cursó su primaria en los Colegios Santa Inés y Maryknoll, de Puerto Cabezas y Siuna, respectivamente.

Realizó estudios de magisterio en Puerto Cabezas y Bluefields. Desde 1964 hasta 1975 ingresa y permanece en la Orden Religiosa Carmelita, del Divino Corazón de Jesús, y Misionera de Cristo. Siendo religiosa, colabora con la Columna Guerrillera “Pablo Úbeda”.

En 1975, siendo religiosa, Misionera de Cristo, ingresa a las filas del Frente Sandinista de Liberación Nacional, incorporándose posteriormente a la guerrilla en la lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza, con la Columna “Pablo Úbeda” que tenía su base de operación en el sector de Las Minas.

En 1979 recibe la militancia de la segunda promoción del FSLN en la Asamblea de Cuadros “Héroes y Mártires de Nandaime”.

En 1979 se convierte en la primera alcaldesa de Puerto Cabezas, su ciudad natal, hasta 1984.

En 1984 es electa diputada ante la Asamblea Nacional, por la Costa Caribe Nicaragüense.

En 1987, en conjunto con otros costeños, impulsa como diputada la Ley de Autonomía de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense, la cual fue aprobada con rango constitucional en Septiembre de 1987.

En 1990 es electa concejal en el Consejo Regional Autónomo de la RAAN, órgano de gobierno de la Región Autónoma del Atlántico Norte, hasta 1994.

En 1994 es electa miembro de la Dirección Nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional, trabajando desde esta instancia en promover la participación efectiva de las mujeres sandinistas en todos los espacios de decisión del FSLN, habiendo sido, junto con otras compañeras, una de las impulsoras de “La Trenza”, mecanismo que permite la elección de mujeres y hombres en igualdad de condiciones para aspirar a cargos internos y públicos, y fue cofundadora de la Secretaría de la Mujer del FSLN, habiendo terminado su período en la D.N. en 1998.

Desde 1998 hasta el año 2000 participa activamente en la Secretaría Nacional de la Mujer del FSLN, promoviendo diferentes espacios de coordinación del movimiento de mujeres amplio de Nicaragua. A la par ha apoyado el trabajo político del FSLN en el Atlántico. Participó en el Comando Electoral Nacional del FSLN en la defensa del voto durante las elecciones municipales del año 2000. Para las elecciones del año 2001 fue co-organizadora y partícipe de la convergencia de mujeres aliadas del FSLN.

Actualmente es activista y militante en defensa de los Derechos Humanos de las Mujeres.

Participa en varios espacios del Movimiento de Mujeres de Nicaragua; es co-fundadora del Foro de Mujeres de Nicaragua, actualmente es vocal de su Junta Directiva; es miembro activa de la Red de Mujeres Contra la Violencia de Nicaragua; también es coordinadora de Voces Caribeñas, un movimiento de mujeres del Caribe que trabaja desde los espacios locales para que en las alcaldías se impulsen políticas municipales con enfoque de genero.

¿Cómo me sentí al contestar tus preguntas?

Te cuento que primero leí con mucho detenimiento cada pregunta, traté de empezar a contestar 5 preguntas por semana, porque emocionalmente me trajo muchos recuerdos y tuve que reconstruir muchos aspectos de mi vida en una nueva coyuntura. También me llevo a compartir muchos de mis sentimientos con mi compañero y con mis hijas, sentí profundo dolor por muchas cosas, al perder el proyecto revolucionario y también muchos compañeros que tuvieron que ver con la revolución y que murieron por la causa.

Tuve que hacer un largo recorrido mental y espiritual para acordarme de cosas que acontecieron hace 25 años, cosas alegres y también tristes.

Tardé en responder, ya que realmente no me había puesto antes a reconstruir aspectos de nuestra historia, desde la perspectiva personal, y a valorar lo que habíamos hecho y lo que no habíamos hecho, y por qué. En el proceso de reconstrucción fue como recorrer de nuevo el camino andado, pero desde la perspectiva actual.

Sentí, al finalizar las preguntas, que había recobrado mucha energía positiva. No todo está perdido, todavía hay esperanza. En este análisis me he sentido participe de esa gran danza con ton y son que fue la revolución popular sandinista, y me ha llevado a reafirmar mi cultura negra del caribe, mi militancia sandinista y mi militancia por los derechos de las mujeres.

Abrazos, Dorotea Wilson.

1) ¿QUÉ ASPIRACIONES TENÍAS, COMO MUJER, AL INTEGRARTE AL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO?

Mi integración al movimiento revolucionario en los años setenta se da en el contexto de mi visión y práctica religiosa, pues tenía varios años de ser monja cuando se dio mi vinculación con la guerrilla, y en ese encuentro coincidieron mis inquietudes personales relacionadas con la opción por los pobres que planteaba la Iglesia popular y el planteamiento del FSLN de hacer una revolución a favor de los pobres.

De manera tal que mis experiencias como misionera con las comunidades cristianas de base en el campo, con los campesinos de Las Minas, me llevan a involucrarme con el FSLN, y asumo mi compromiso hasta el punto de integrarme a la guerrilla, lo cual, para una mujer negra, y monja, implicó un gran reto.

En ese momento, la visión de entrega y lucha por los demás era superior a las aspiraciones personales, de manera que el "yo" quedaba relegado y suplantado por el "nosotros".

2) ¿QUÉ SUEÑOS LLEVABAS CON VOS EL DÍA DEL TRIUNFO?

El 19 de julio de 1979, yo estaba enmontañada en un lugar cercano a la frontera con honduras, Río Coco Arriba. El compañero David Blanco, tenia el único radio de esa columna guerrillera, por tanto él nos dio la noticia: “Se fue Somoza, cayó la Dictadura”. El sentimiento que más valor tenía en ese momento era de libertad, de seguridad personal.

El gran sueño era que todo el pueblo gozaría de libertad, que los campesinos tendrían acceso a la tierra, que habrían medicamentos y salud para todos, que habría suficiente comida en la mesa de todos lo hogares, que alcanzáramos la abundancia material y espiritual, el encuentro con la felicidad, y la formación del hombre nuevo. El gran sueño era cambiarlo todo a favor de los pobres.

3) ¿QUÉ CAMBIOS PRODUCE EN VOS, PERSONALMENTE, LA PARTICIPACIÓN EN EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO, Y LUEGO EN LA REVOLUCIÓN?

El primer gran cambio fue convertirme en una persona “civil”, dado que con el triunfo de la revolución decidí renunciar formal y oficialmente a mis votos religiosos, como monja y misionera, y dedicarme a trabajar en conjunto con el resto de compañeros que bajamos de la montaña en las tareas revolucionarias.

Tanto en mi participación en la lucha contra Somoza, como en la época de la revolución, y posterior a ella, he logrado adquirir más confianza en mí misma y sentirme capaz de asumir mayores retos y compromisos.

También me convencí, siendo la primera alcaldesa de puerto cabezas, que no bastaba la voluntad de la revolución sino que era necesario muchos recursos para combatir el atraso y la miseria en que estaba postrada Nicaragua, y en particular la Costa Atlántica, el pueblo donde nací y me desarrollé.

Con la revolución también aprendí a tener una visión de nación, puesto que al asumir responsabilidades de proyección nacional, y participar en las reuniones y debates en las que se analizaba la situación de la región y del país, tuve la oportunidad de comprender más la realidad del país y asumir compromisos que trascendían a mi región.

4) ¿SE VAN CUMPLIENDO TUS SUEÑOS? ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ NO?

Nuestros sueños han ido cambiando, se han enriquecido mucho con el paso de los últimos años.

En la época de la lucha contra Somoza y luego con la revolución, nuestros sueños eran colectivos, y los sandinistas compartíamos los sueños de una patria mejor. Mis sueños individuales eran parte de esos sueños de la colectividad.

Desarrollar la Costa Atlántica, que todas las comunidades tuviesen energía eléctrica, agua potable, que hubiese escuelas en las comunidades alejadas, que hubiesen centros o puestos de salud, que los hospitales tuvieran más capacidad para atender las necesidades de la gente, que no faltase la alimentación... Todos esos sueños de la mayoría de nosotros eran mis sueños, y al comienzo de la revolución se iban cumpliendo. Hubo alfabetización, ciertamente construimos más escuelas y centros de salud, y se mejoró el hospital de Puerto Cabezas, pero la guerra complicó las cosas.

Mis sueños, los sueños de la mayoría de nosotros se vieron truncados por la guerra auspiciada por los Estados Unidos y por las limitaciones que esta impuso; dejamos a un lado las obras y se priorizó la guerra, máxime que la zona norte del país fue donde ésta se desarrolló de manera cruenta y brutal.

Los sueños fueron cambiando y luego la paz se convirtió en un sueño trascendental. Es importante considerar que en los años ochenta mucha gente de la población de la costa se vio obligada a tomar parte del conflicto, aproximadamente la mitad de los mískitos se fueron a Honduras vinculándose la mayoría al movimiento contrarrevolucionario, y una proporción importante de los negros también se fueron del país. Todos, de una manera u otra, nos vimos afectados profundamente por la guerra y sus secuelas, de ahí que la paz se convirtiera en la necesidad fundamental. Sin paz no se puede hacer nada, a veces ni soñar.

No es casual que haya sido en la Costa Atlántica donde se iniciaron las conversaciones de paz con los grupos mískitos alzados en armas contra la revolución. En esas primeras conversaciones de paz en 1984 participó el Comandante Borge, el Comandante Luis Carrión, y otros dirigentes nacionales, así como dirigentes de la región como Mirna Cuningham, Hazel Low, mi persona y muchos otros compañeros y compañeras. El sueño de la paz llegó, lo logramos cumplir.

Y en ese proceso también se fue construyendo otro sueño, que llamamos la autonomía de la costa atlántica, cuya base fundamental es que los recursos de la región se exploten en beneficio de los mismos pobladores y no en beneficio de empresas transnacionales; implicó también que los pobladores costeños asumiésemos las responsabilidades, los cargos, la administración de nuestra región, y que dejase de ser administrada por profesionales y funcionarios llegados del pacífico, como sucedió durante muchos años. Aunque logramos que el gobierno revolucionario aprobara el estatuto de autonomía, pasaron muchos años para que se reglamentara, y aún ahora falta mucha voluntad del gobierno central y coherencia del liderazgo político de la región para que se garantice su cumplimiento. Ese sueño aún está pendiente de cumplirse.

En el camino fuimos asumiendo otra perspectiva respecto a los derechos de las minorías étnicas, y a la discriminación existente por asuntos de color de piel, el racismo. Entendimos que debíamos incidir dentro del frente sandinista y en la sociedad para superar el racismo existente en el país. Este sueño es más difícil de lograr, va acompañado de mucha educación, de desarrollo cultural, de cambiar la visión de las personas, de nosotros mismos respecto a los demás. El racismo se manifiesta claramente en Nicaragua y dentro del frente sandinista.

En los últimos años de la revolución y posterior a ella, fuimos también tomando conciencia de la importancia de que la mujer, nosotras, jugáramos un papel más trascendente en ámbitos de dirección, pero más importante que eso, es el hecho que la revolución y la sociedad en general incorporasen las necesidades específicas de las mujeres como reivindicaciones válidas a ser integradas como base de las políticas públicas. Sobre este tema no logramos profundizar en la revolución.

5) ¿LLEGASTE A LA REVOLUCIÓN “CON CONCIENCIA O PERSPECTIVA DE GÉNERO”? ¿CÓMO SE DESARROLLÓ EN VOS? ¿QUÉ ES PARA VOS? ¿CÓMO SE VIVE ESA CONCIENCIA O PERSPECTIVA EN LO COTIDIANO?

En julio de 1979 no tenía esa conciencia que he ido adquiriendo alrededor de las relaciones ínter genéricas, ni en mi proceso de integración al frente, antes de 1979, la adquirí. El modelo genérico que tenía era el tradicional, el que tenía la mayoría de los revolucionarios y no revolucionarios en esa época.

La conciencia de género la fuimos construyendo en el contexto de la revolución, puesto que el proceso revolucionario desató todas las contradicciones sociales, y las demandas particulares y específicas de cada sector, grupo e individuo.

En la medida en que las mujeres fuimos discutiendo sobre la situación, no sólo del pueblo en general sino de las mujeres en particular, fuimos concluyendo en la 

importancia de reivindicar nuestros derechos ante el gobierno revolucionario y ante el FSLN como la organización política que conducía el proceso y de la que éramos parte. Así, se fueron dando fuertes debates entre mujeres del FSLN y, en una primera instancia, con las compañeras de AMNLAE, donde, a pesar de la línea temática de trabajar casi exclusivamente con las madres de Héroes y Mártires, también se fue discutiendo sobre las reivindicaciones específicas de las mujeres, que no sólo implicaban las necesidades de atención a dichas madres. En esa época a mediados de los años ochenta, algunas compañeras hasta fueron sancionadas por tratar de promover una agenda de trabajo más amplia con las mujeres nicaragüenses.

Un evento muy importante fue el IV Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, realizado en México en 1986, en el que participamos un grupo de mujeres nicaragüenses sandinistas. Los debates y ponencias en ese encuentro nos proporcionaron un bagaje y sustento teórico importante a los planteamientos que ya se venían haciendo en el país. Esto marcó un hito, pues a partir de ese encuentro y discusiones posteriores en Nicaragua, se fueron desarrollando ciertos cambios en las estructuras de las organizaciones de masas, estableciéndose las secretarías de la mujer en los sindicatos, organizaciones campesinas y otras, y, más importante que eso, se logró incidir hasta el punto que el FSLN, en 1987, emitió una declaración de compromiso de lucha contra la subordinación femenina, asunto que había sido uno de los puntos integrantes del programa histórico del FSLN.

Posteriormente, a finales de los años ochenta, grupos de mujeres nos fuimos aglutinando paralelamente a AMNLAE y a la estructura partidaria para discutir sobre las reivindicaciones de las mujeres y para elaborar análisis y planteamientos, reivindicando esas necesidades específicas, planteando temas de debate como el aborto, sexualidad, trabajo doméstico, violencia de género y desigualdad de género.

A inicios de los años noventa muchas promovimos el denominado Movimiento del 52%, a través del cual pretendíamos hacer conciencia de que las mujeres representamos un poco más de la mitad de la población nicaragüense y que era ilógico que no se tomara en cuenta las necesidades específicas nuestras.

Luego de la derrota electoral de 1990 hemos venido ampliando nuestra información, conocimiento y compromiso con la situación de las mujeres, y elaborando propuestas para que sus necesidades sean tomadas en cuenta con la trascendencia que ello implica, y, en particular, hemos promovido la participación de más mujeres a cargos de decisión dentro del FSLN, y a los cargos públicos o de elección popular.

La conciencia de género la he venido construyendo, como un proceso dinámico, dentro y fuera del FSLN.

La conciencia de género para mí es asumir que la mitad de la población, las mujeres, vivimos en total desigualdad social, económica y política, a pesar de que tenemos las mismas capacidades y potencialidades. Es asumir que la sociedad como la conocemos ha sido diseñada con un esquema patriarcal que tiene como elemento central la subordinación de la mujer hacia el hombre, y ubica al hombre como el eje del poder concreto y abstracto. Es asumir el compromiso de apoyar mujeres, promovernos, luchar juntas defendiendo nuestros derechos.

En lo cotidiano esa conciencia se vive apoyando a las mujeres en los movimientos políticos y gremiales en los que participamos. Implica educar a nuestros hijos e hijas en la situación de injusticia en que nos vemos sumidas para que las nuevas generaciones superen esta lacra. Es participar en los movimientos de denuncia contra toda situación de injusticia que vive la mujer.

6) ¿DE LA REVOLUCIÓN, COMO MUJER, ¿QUÉ LAMENTAS O DEPLORAS MÁS? ¿QUÉ ADMIRAS O EXTRAÑAS MÁS?

Admiro toda la fuerza colectiva que se generó desde el triunfo revolucionario hasta antes del desgaste que produjo la guerra de agresión y sus secuelas en la economía y la sociedad, así como los errores cometidos. Admiro el voluntariado que se promovió y generó para todas o casi todas las tareas planteadas en esa época, la participación masiva de las y los jóvenes en la Cruzada Nacional de Alfabetización enseñando a leer a miles de personas en los lugares más recónditos, y en los cortes de café y algodón; la participación en la vigilancia revolucionaria, en las organizaciones sociales y de masas, y en todas y cada una de las cosas grandes y pequeñas en las que miles de personas participábamos. También fue maravillosa la promoción del arte y la cultura, tanto del Ministerio de Cultura como de la Asociación de Artistas, y la apertura para que muchísima gente joven y pobre pudiese consumir y hacer arte, ya no se diga el hecho de entrar al Teatro Nacional. Admiro y extraño en particular la solidaridad inmensa que existía en la época, la voluntad de todos de apoyarnos los unos a los otros frente a las necesidades y las vicisitudes, de dar sin pedir nada a cambio. Una de las cosas que más extraño es la calidad moral y el respeto que tuvieron para con mi persona mis compañeros en la montaña.

Admiro y extraño la salida de las mujeres de sus casas, las jóvenes y las adultas, participando en muchísimas labores que antes sólo eran exclusivas para los hombres, rompiendo así los esquemas de la época, aunque esa situación no logró convertirse en una ruptura de los valores sociales dado que esa “salida a la calle” quizá fue más producto de las necesidades planteadas en el contexto de la guerra que obligó a que las mujeres suplieran la falta del hombre en tanto ellos iban a la guerra.

Lamento y deploro que en la agenda política – ideológica del FSLN no estuviera el tema de la mujer, cuando en el mundo entero estaban ocurriendo procesos que apuntaban a esa necesidad histórica de transformación. Muestra de ello es que en la dirección Nacional nunca hubo una mujer, y solo llegábamos a ser cuadros intermedios, que en muchas ocasiones éramos relegadas a ser funcionarias de apoyo a un segundo y tercer escalafón de la dirigencia masculina..

7) ¿CÓMO DESPERTÓ, AFECTÓ, ESTIMULÓ, APOYÓ, LLENÓ DE ESPERANZAS, EMPODERÓ, PROMOVIÓ, PARALIZÓ, INDIGNÓ, ATEMORIZÓ O LLENÓ DE DOLORES LA REVOLUCIÓN A LAS MUJERES?

Es claro que la revolución afectó a las mujeres. Las jóvenes tuvieron la oportunidad de romper con el esquema tradicional que ubica a la mujer en su casa y preparándose para ser esposa y madre, al involucrarse masivamente al proceso político y social generado. Las mujeres mayores, las mujeres madres, las abuelas, sufrieron muchísimo al ver partir a sus hijos e hijas lejos de su casa, a lugares remotos y desconocidos, y particularmente a la guerra. Las mujeres madres sufrieron tremendamente la muerte de sus hijos e hijas. La guerra misma y sus secuelas llenó de temor a muchísimas familias, a mujeres y hombres.

No obstante, es correcto afirmar que al integrarse las mujeres, y en particular las jóvenes, al proceso revolucionario tuvieron que violentar vínculos y roles tradicionales, pagando un alto precio por ello (alejamiento familiar, ruptura de relaciones matrimoniales, acusaciones de maternidades irresponsables, etc.).

La revolución abrió espacios importantes para su participación en la sociedad en general. Como señalamos en puntos anteriores, hubo una masiva participación de la mujer en las diferentes tareas que demandó el país, no obstante sus necesidades específicas no fueron reivindicadas ni analizadas a profundidad, ni se desarrollaron políticas específicas para que las mujeres accedieran al poder en igualdad de condiciones que los hombres. Tampoco hubo posibilidad para que AMNLAE u otra forma de organización promoviese la identidad de la mujer nicaragüense como sujeto activo de la sociedad y del poder.

8) ¿CÓMO ALTERA LA REVOLUCIÓN LOS ROLES TRADICIONALES DE LA MUJER / SUS POSIBILIDADES DE ESTUDIO / COMO PROFESIONAL / COMO PAREJA / COMO FAMILIA / CON SUS HIJOS / EN SU COMUNIDAD / EN EL PAÍS / EN EL MUNDO...?

Hemos afirmado que la revolución alteró los roles, aunque esto no fue en el marco de una promoción y lucha por valores nuevos, sino por la necesidad de que las mujeres asumieran las tareas que dejaban los hombres para ir a los frentes de guerra. Hubo cambios importantes aunque fueron sin dirección ni visión ideológica adecuadas, y estos desaparecen al regresar los hombres de sus misiones, tal y como sucedió en la segunda Guerra Mundial.

La revolución abrió posibilidades de estudio para toda la sociedad, particularmente en los primeros años, no obstante, a través del sistema educativo no se promovió un enfoque distinto sobre el rol de la mujer, tampoco se diseñaron programas específicos para promover el desarrollo educativo de la mujer de manera particular.

También se abrió más posibilidades de profesionalización, se amplió la cobertura universitaria, se becó a miles de jóvenes, varones y mujeres, sin embargo, en la práctica profesional, los hombres por lo general ganaron más que la mujer, al igual que ahora, aún asumiendo responsabilidades laborales similares.

La relación de pareja, la familia, la relación con los hijos se vio alterada por la revolución, en tanto la mujer salió a la calle, pero la mujer madre continuó asumiendo las labores del hogar, de manera que trabajando o participando al igual que el hombre, además realizaba las tareas domésticas. En este sentido no se generó una discusión para trastocar esa cultura que hace que la mujer trabajadora tenga que realizar doble o triple jornada, mientras el hombre sólo realiza una, pues además de trabajar, la mujer aún realiza las tareas domésticas, asume su embarazo, asume la responsabilidad del hogar y la administración del mismo, asume la crianza de los hijos y se responsabiliza por la unidad familiar, y debe estar dispuesta a la relación íntima aunque esté cansada. La sociedad no obliga al hombre a asumir estas responsabilidades aunque la mujer trabaje igual que él. Estos temas de mucha trascendencia no los discutimos en la revolución.

9) ¿EN QUE MEDIDA LAS MUJERES DIRIGENTES O DE AVANZADA ESTIMULABAN O APOYABAN A LAS OTRAS MUJERES?

Las mujeres dirigentes poco estimulamos o apoyamos a las mujeres para su desarrollo. Realmente con la revolución fueron pocas las mujeres dirigentes. Por la misma dinámica de los nombramientos, los cuales eran de arriba hacia abajo, no se estimulaban los relevos. Podemos afirmar que había muy poco estimulo, poquísimo intercambio de experiencias, faltó promover una discusión sobre estos temas y que las mujeres nos reconociéramos en las otras y a nosotras mismas, como individuo y como colectivo.

10) ¿EN QUÉ MEDIDA LOS REVOLUCIONARIOS (HOMBRES) LO HACÍAN? ¿Y LOS DIRIGENTES (HOMBRES) REVOLUCIONARIOS?

En general, los revolucionarios y los dirigentes revolucionarios hombres no promovieron ni estimularon o apoyaron el desarrollo de las mujeres y su liderazgo dentro del partido y la sociedad. Quizás hubo excepciones. Creo que los hombres revolucionarios no promovieron el liderazgo de las mujeres porque muchos cultivaron la percepción de que eran seres superiores en general, y mucho más con relación a las mujeres, que eran vistas desde una perspectiva machista como inferiores. Aunque hubo grupos de mujeres beligerantes esto fue visto como una amenaza, con desconfianza, con prejuicios, acusándoseles de querer promover temas alejados de las tareas revolucionarias, algunas fueron acusadas de “diversionistas” y hasta sancionadas.

11) ¿HA TENIDO EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO EN NICARAGUA UNA POLÍTICA DE PROMOCIÓN, RECONOCIMIENTO, E INCLUSIÓN DE LAS POTENCIALIDADES Y CAPACIDADES DE LAS MUJERES? ¿SE HA PROCURADO, (HEMOS PROCURADO) NUESTRO EMPODERAMIENTO, PARA POSIBILITAR QUE NOS INCORPOREMOS EFECTIVAMENTE, A NIVELES DE PARTICIPACIÓN, DECISIÓN Y DIRECCIÓN EN LA SOCIEDAD EN GENERAL? ¿SE ESTÁ O LO ESTAMOS HACIENDO AHORA?

El movimiento revolucionario nicaragüense, desde el sandinismo, no ha tenido una política definida y práctica de promoción, reconocimiento e inclusión de las potencialidades y capacidades de las mujeres. Aún no se reconoce ese potencial y por tanto tampoco se promueve. Las pocas acciones aisladas que se han dado producto de la presión de las mujeres, como el caso de la cuota mínima de acceso a cargos, a pesar de haberse establecido en los estatutos jamás se ha cumplido a cabalidad, y siempre hay discusiones de cómo debería cumplirse, a veces poniéndose obstáculos para su concreción.

De manera particular las mujeres hemos promovido nuestro empoderamiento dentro del FSLN conformando grupos de presión, y fuera del FSLN a través de agrupaciones feministas con afinidad ideológica desde la perspectiva de género, ocupando espacios de poder a través del conocimiento y en algunos casos, con empoderamiento económico. Estamos efectivamente incorporadas en espacios de la sociedad en general, pero falta mucho por avanzar en los espacios de decisiones políticas , de Partido y del Estado.

12) ¿CÓMO SINTETIZARÍAS Y EXPLICARÍAS LOS PRINCIPALES TENSIONAMIENTOS, LOGROS Y AVANCES DE LA MUJER EN LA DÉCADA REVOLUCIONARIA? ¿SE RESOLVIERON LOS TENSIONAMIENTOS DESPUÉS? ¿HAN SOBREVIVIDO LOS LOGROS?

En la década revolucionaria se rompió con valores tradicionales; las tareas que demando la revolución hizo que miles de mujeres enfrentaran los mitos y tabúes históricamente establecidos en cuanto a qué roles pueden desempeñar en la sociedad; pero uno de los factores principales fue la imperativa necesidad que impuso la defensa de la revolución popular Sandinista, por ejemplo: hubo mucho Centros de Desarrollo Infantil para liberar a la mujer y pudieran cumplir con las tareas de la revolución; la defensa de la Revolución fue la tarea fundamental de tal manera se relegaron las reivindicaciones necesarias y justas de las mujeres.

Contradictoriamente, algunos valores tradicionales sirvieron como estímulo y agitación popular: Se destacaba a las madres de héroes y mártires, olvidándose muchas veces que el caído tenía padre, fortaleciéndose el rol de madre de la mujer como el más sagrado, pero a la hora de entregarle una casa como ayuda, ésta se ponía a nombre del esposo.

Durante la revolución hubo diferentes tipos de tensionamientos. Por una parte los relacionados con la guerra y la muerte de hijos y familiares, que implicó que muchas mujeres vivieran atemorizadas. Por otra parte las tensiones relacionadas con los grupos de mujeres que reivindicaban sus intereses específicos y no eran asumidos.

Los tensionamientos con el movimiento de mujeres nicaragüenses que reivindicamos un cambio social y un enfoque de género distinto se ha profundizado después de 1990, cuando las mujeres exigimos mayor participación y mayor discusión, lo que no ha tenido eco ni las respuestas y resoluciones que nosotras esperábamos.

13) ¿CÓMO VIVISTE PERSONALMENTE, QUE SIGNIFICO PARA VOS COMO MUJER, LA REVOLUCIÓN? ¿Y LOS RESULTADOS DEL 90? ¿Y LAS NUEVAS ERAS?

Como mujer negra del caribe, lo primero que se me viene a la mente fue la ruptura de mi familia, que se inicia con determinadas actitudes de rebeldía que yo tenía: Siendo miembro de una familia de religión Morava, me convierto al Catolicismo y además decido ser monja. Esta sería para mí una primera revolución y evolución personal.

Por otra parte, la revolución nos vínculo no solo al proyecto revolucionario nicaragüense, sino a los procesos que se daban en diferentes lugares del mundo. Mi opción por los pobres como religiosa, compaginó con el proyecto político que vanguardizó el FSLN, me llenó de esperanzas, con fuerzas que no tenía identificadas, pero que estaban a la espera.

Personalmente viví la revolución plenamente, me incorporé con mente y corazón, totalmente. Asumí todas las responsabilidades que me fueron asignadas y las que me auto asigné, me sentí muy dinámica, llena de fortaleza y comprometida.

¿RESULTADOS DEL 90?

Lloré la derrota Electoral, no me lo esperaba, me sentí desnuda, con mi centro de gravedad perdido; veía derrotada las posibilidades de seguir impulsando el proyecto tan soñado; llena de desesperanza. Me sentí huérfana de amigos y amigas que se fueron en busca de nuevas respuestas y/o recomponer a la familia que habían dejado; me sentí traicionada y busqué a quién culpar; sentí que me habían asaltado y robado mi proyecto de las manos. Después comprendí que fue el precio que tuvimos que pagar para lograr la paz, para que no nos invadieran directamente los gringos como algunos sectores de la ultra derecha gringa deseaban, para reiniciar todo sin haber perdido totalmente lo construido.

¿NUEVAS ERAS?

A partir de 1990 han sido gobiernos de derecha, recalcitrante, racistas y machistas, por ende en contra de los intereses de los habitantes de la Costa Caribeña, y de las mujeres; tecnócratas, esclavos de los dictados de los gringos y sus organismos financieros. La revolución sí estaba construyendo una identidad propia, nacional, digna; hoy el poder imperial dicta órdenes, políticas, leyes e impone tratados.

El robo a las arcas del Estado es compulsivo y han esquilmado y empobrecido más al pueblo; son sordos, ciegos y mudos de cara a la miseria de la gran mayoría de las y los nicaragüenses. El ejército y la policía se han modernizado y han logrado asumir una doctrina de servicio al pueblo, a pesar de todas las tentaciones y ofertas de diferentes fuentes (internas y externas); eso los distingue de los ejércitos y policía latinoamericanos.

14) ¿CUÁL ES TU CONCEPTO HOY DEL PODER PERSONAL, DEL PODER POLÍTICO, DEL DEBER DE LAS MUJERES, DEL PODER EN LA SOCIEDAD?

PODER PERSONAL:

Tiene que ver con mi capacidad de decisión, con mi autonomía, con saberes y habilidades compartidos con otras y otros.

PODER POLÍTICO:

Es la capacidad de reconocer las capacidades de otros y otras, de promover en las y los demás sus capacidades para la toma de decisiones y solución de sus problemas, propiciar e impulsar el protagonismo de su propia transformación, que asuman la agenda de sus propios intereses. Implica poder escuchar comprender los planteamientos de las y los demás.

DEL PODER LAS MUJERES:

En general las mujeres ejercen el poder como se les enseñó, el patriarcal; una nueva visión es la que reivindican las feministas, que constituye un reto, ya que no se aplica por el mero hecho de apropiarnos del discurso, que se hace realidad cuando lo llevamos a la práctica y la analizamos para ponernos entre dichos, para mejorarla; es un poder que se construye en posición al tradicional, en el ámbito personal, grupal y colectivo es un desafío para todas nosotras porque tenemos que desconstruir la herencia ideológica del poder patriarcal para, cotidianamente, ejercitar el que define la Visión de Género, que lucha sistemáticamente por relaciones de equidad intergenérica y sociales.

Implica que cada mujer, como individuo, tenga o adquiera el espacio en la familia y la sociedad para desarrollarse en cualquier ámbito, en igualdad de condiciones que el hombre; que tenga o adquiera el acceso para desarrollar su potencial, que tome sus propias decisiones para su bienestar personal.

EL PODER EN LA SOCIEDAD:

Las organizaciones en general (sindicatos, asociaciones, ONGs, cooperativas , movimientos sociales, etc.), están fragmentadas, con especies de feudos que luchan por sus intereses específicos obviando la eminente necesidad de una agenda en común. Ante las luchas sociales (como la del campesinado afectado por el Nemagón) hay una falta de solidaridad increíble.

Estas organizaciones luchan por su supervivencia muchas veces obedeciendo mecánicamente a los enfoques de los organismos donantes, en muchas ocasiones sustituyen al Estado ejecutando programas o proyectos que no les corresponden a la sociedad civil, empoderándose ellos a través de mecanismos intermediarios que “juegan” a la participación popular; están convencidos de su discurso “transformador” pero en la práctica la mayoría son impositivos y paternalistas y lo más grave con relación a este tema es que hay una propuesta de ley de Participación Ciudadana, donde los partidos estarán “representados” en el ámbito local, usurpando el papel de las organizaciones de base, neutralizando su desarrollo y participación auténtica.

El poder de la sociedad debe concebirse entonces como la capacidad colectiva de reconstruir Nicaragua, de ser parte de las decisiones fundamentales para superar los problemas actuales y diseñar el futuro, aunque sea a mediano plazo, la capacidad del pueblo de cambiar gobiernos, de incidir en quienes ahora ostentan el poder formal del estado y los órganos del gobierno para que sus decisiones tengan como base las necesidades de la gente, de la misma sociedad y no sólo la de determinados grupos.

15) ¿CUALES SON LOS SUEÑOS, LAS ASIGNATIVAS PENDIENTES?

Reconstrucción de un proyecto factible, novedoso, incluyente y genéricamente democrático.

Ahora no solo se trata de reivindicar las necesidades de las y los pobres en general, o de las y los trabajadores, se trata de construir una sociedad en la que mujeres y hombres trabajamos a la par, con igualdad de derechos y condiciones, compartiendo los retos y las tareas públicas y privadas, las tareas del país y las tareas domésticas, el cuido de la familia, los hijos e hijas.

16) ¿CUÁL ES TU APRECIACIÓN SENCILLA Y COTIDIANA DE LOS SIGUIENTES PROBLEMAS: POLÍTICA Y GÉNERO; GLOBALIZACIÓN, NEO-LIBERALISMO Y GÉNERO; SOCIEDAD Y GÉNERO; FUTURO Y GÉNERO?

En general la equidad intergenérica no puede ser alcanzada con las actitudes circunstanciales que existe el mundo, cuya base es el mercado, pretendiendo que todo se mueva alrededor de ello, sustentando una ideología que esclaviza al ser humano. El proceso de globalización, el neoliberalismo y la práctica política actual tienen esa base: El mercado como motor de la sociedad.

17) ¿CÓMO SE CAMINA HACÍA ELLOS?

Ante la visión de un mundo apolítico donde las utopías aparentemente ya no existen tenemos que volver a prender de quienes, en medio de la misma, no pierden la esperanza de vivir mejor. Tenemos que replantearnos lo que estamos haciendo en el país y las formas como lo hacemos, debemos generar espacios cada vez más amplios de análisis y participación para ir construyendo una visión de país, de sociedad, de género.

18) ¿QUÉ PAÍS, QUÉ MUNDO, QUE ROLES SOCIALES, QUÉ SOCIEDAD QUERÉS HEREDAR A TUS HIJOS?

Un mundo sin violencia, donde haya mucho respeto, mucha libertad, que nos aceptemos tal como somos, una sociedad que no nos discrimine, sin miedos, en un ambiente sano, sin drogas, en armonía con la naturaleza y con muchas posibilidades y capacidades.

19) ¿CUÁL ES HOY TU VISIÓN DE LOS DESAFÍOS SOCIALES Y PERSONALES?

Que constituya retos cotidianos, que permita la creatividad y la iniciativa para poder vivir con dignidad. Los desafíos son inmensos puesto que ya no sólo estamos reivindicando empleo o una distribución de la riqueza más equitativa para la sociedad en general, sino la incorporación de la mujer en el proceso. Debemos trabajar en el ámbito ideológico, con nuestros hijos y nietos, reeducarnos y reeducar a los demás.

20) ¿CÓMO MEDÍS HOY EL TRIUNFO DE UNA PERSONA O DE UN PROYECTO?

Una persona que triunfa es aquella que trabaja no solo para sí misma, sino que aporta a la sociedad. Los indicadores que me dicen que una persona ha triunfado son la fuerza, la transparencia, su capacidad de oír, que sea solidaria, que se quiera a sí misma y a los demás.

21) ¿CUÁLES SON LOS VALORES, LOS IDEALES, LAS ESPERANZAS, QUE HOY MUEVEN Y GUÍAN TU VIDA?

La equidad intergenérica, el amor, el afecto, la unidad familiar, tener la sensibilidad de sentir y comprender a la otra persona, aprender de los demás; aceptar a las otras personas tal y como son.

22) ¿QUE PAPEL CONFERÍS HOY A LOS MOVIMIENTOS POLÍTICOS / SOCIALES/ ETC.?

Que tiene una gran importancia, pero que actualmente están trabajando sólo por sus intereses, cuando lo necesario es consensuar una agenda común, y democratizarse para que el resto de la sociedad participe junto con ellos en la construcción de esa agenda y en su concreción.

23) ¿QUE SENTIDO TIENE PARA VOS HOY UNA REVOLUCIÓN?

Las feministas planteamos que la visión del mundo que tenemos, nuestros conceptos de democracia, de familia, del hombre y de la mujer, de la economía, del desarrollo, de todo, debe ser cuestionado, puesto que son conceptos que han sido construidos a lo largo de siglos de predominio del hombre en la sociedad, y ahora que las mujeres estamos tomando conciencia de esta situación debemos hacernos replantear todo.

Las mujeres tenemos las mismas capacidades que los hombres. No existe ninguna razón científica, objetiva, biológica que determine alguna diferencia que inhiba a la mujer de desarrollarse a la par del hombre. La única diferencia que existe es la relacionada con la reproducción.

Las diferencias ahora establecidas, han sido producto de los cambios sociales en el devenir. En la práctica, el hecho de que la mujer desde hace siglos se le haya definido un rol "domestico", ha determinado un comportamiento, una manera de pensar, y un proceso de cambios físicos.

La mujer de hoy, y, particularmente las feministas, reivindicamos que las condiciones actuales nada tienen que ver con las que determinaron para las mujeres un rol secundario a lo largo de siglos, que no estamos obligadas a ser madres, ni esposas, ni cumplir con el esquema social tradicional, pues somos personas con igual potencial que el hombre, y que, teniendo las mismas capacidades, no entendemos por qué debemos seguir siendo amas de casa, sin derecho a la propiedad, al financiamiento, al ingreso activo en la economía y la vida pública, a los cargos públicos, y al poder.

Necesitamos una revolución ideológica que tenga como principales protagonistas a las mujeres y la gente joven; sin que esto menosprecie los cambios estructurales que necesita esta sociedad para apoyar esa revolución.

24) ¿CUÁL (LES) ES (SON) TU MAYOR (ES) APRENDIZAJE(S) Y ENSEÑANZAS EN ESTOS 25 AÑOS?

Es reconocer la voluntad, fuerza y valor de compañeras y compañeros de lucha, que a pesar de los desencantos y de las privaciones, han resistido heroicamente, y aun no han perdido la esperanza, la fortaleza del sandinismo como ideología a pesar de toda la maquinaria y recursos disponibles por la derecha al interior y exterior del país.

He aprendido que ningún proyecto político e ideal puede impulsarse imponiéndolo a la sociedad, sino que debemos hacer participar a la mayor cantidad de gente posible en la discusión de las necesidades y en la búsqueda de respuestas, debemos hacer que participemos en la definición de lo que queremos hacer y que lo hagamos juntos.

25) TU DEFINICIÓN PERSONAL DE: El amor, La alegría, La esperanza, La ternura, El optimismo, Los sueños, Los valores, Los anti-valores, La naturaleza, El medio-ambiente, La revolución, Los ideales, El futuro ideal, Nicaragua ideal, Mundo ideal.

Amor: Amarse a una misma es requisito indispensable para poder realmente amar a los demás. El amor es una fuerza interna que debe irradiarse hacia los demás.

Alegría: No basta la propia, propiciar la colectiva y asegurar la personal.

Esperanza: La que se ha perdido en los sectores intermedios que se dedican a trabajar sólo por sus intereses personales, olvidándose de los demás. Es necesario inspirarse en la fortaleza y esperanzas de los que sobreviven venciendo o enfrentando día a día su miseria, construyendo una esperanza activa y participativa.

La Ternura: Es un sentimiento que inspiran los niños / as, y la sociedad humana frente al dolor y necesidades de los demás

El optimismo: Amar la vida, tener esperanza y la seguridad que la humanidad puede ser mejor.

Los Sueños: Es la visión, la proyección de un proyecto a realizarse, y luchar porqué se haga realidad.

Los valores: normas de vida que nos deberían conducir a amar a los demás.

Los Antivalores: Una persona tacaña, egoísta, no solidaria, prepotente, corrupta.

La Naturaleza: Es producto de la creación, y de la cual somos parte, que vivimos de ella y en ella. Puede ser destruida y/o reconstruida para beneficio de la humanidad.

Medio Ambiente: El entorno, la riqueza, los recursos naturales que nos sirven para el bien vivir en armonía con nosotros mismos y el resto de seres vivos.

La revolución: Cambiar, transformación, la lucha por la utopía. Solidaridad humana, es transgresora de lo establecido; planteamientos y actitudes novedosos.

Los Ideales: Pensamientos, proyectos, sueños, esperanzas, lo máximo alcanzable.

El Futuro Ideal: Una sociedad libre de prejuicios, donde el ser humano tenga resuelta sus necesidades y bienestar, en paz y armonía con la naturaleza y consigo mismo.

Nicaragua Ideal: un país donde el derecho al trabajo, la educación, la salud, la vivienda, agua, luz, y a la libertad, se cumplan. Sin discriminación de ninguna índole. Una Nicaragua solidaria, unida, sin violencia, con niños y niñas protegidos, con escuela y recreación. Una costa Caribeña con el goce y disfrute de sus recursos naturales. Una Nicaragua orgullosa de su diversidad.

El Mundo Ideal: donde impere la paz , el amor, la seguridad e igualdad entre hombres y mujeres, y reconciliados con la naturaleza.

26) ¿TE CONSIDERAS UNA PERSONA TRANSFORMADA? ¿CÓMO? ¿QUE ES LO QUE MÁS HA INCIDIDO EN TUS CAMBIOS?

Sí y de cambios constantes, por ser una persona que ha tenido espacios de poder personal y grupal, tengo un entorno familiar y comunitario favorable y que me ayuda a crecer. Por ser una persona abierta a los cambios, analítica, tengo una familia y amigos(as) que hemos construido una historia común y con una visión amplia de la vida y del mundo en que vivimos. Mi experiencia como monja católica, mi participación en la revolución y el desarrollo de mi militancia feminista han sido los hechos que más han incidido en mis cambios y mi visión del mundo y de las personas.

27) ¿CUÁL ES HOY TU SENTIDO DE: VISIÓN, PROPÓSITO, MISIÓN?

Creo que mi principal papel a jugar es el apoyo a mujeres y grupos de mujeres, en su desarrollo personal y colectivo, promoviendo su empoderamiento y su propia capacidad de decisión y asunción de retos y compromisos.

28) ¿TENÉS UNA DIMENSIÓN ESPIRITUAL DE LA VIDA? ¿LA TENÍAS ANTES?

Sí, siempre me ha acompañado una interpretación religiosa vital y búsqueda constante de mis raíces, cuya recreación me da un sentido de armonía conmigo misma.

29) ¿CUÁL HA SIDO TU PRINCIPAL SOPORTE / APOYO / ESTIMULO / EN LA VIDA?

Mis soportes y estímulos han cambiado, aunque mi familia, en el sentido más extenso de la palabra ha sido fundamental, desde mi niñez y cuando decido convertirme en religiosa. En otro momento mi organización religiosa se convirtió en un soporte fundamental. Luego lo fue el FSLN antes y durante la revolución. Ahora mi familia y en particular mi esposo e hijas toman un lugar de trascendencia.

30) ¿HA VALIDO LA PENA TODO LO VIVIDO? ¿VALE LA PENA?

Yo valoro lo vivido en su contexto, con un valor sin igual, orgullosa de ser yo en cada momento: Mujer, negra, monja, guerrillera, alcaldesa, parlamentaria nacional, parlamentaria autónoma, madre y feminista.

31) ¿CÓMO DEFINÍS HOY VOS, PERSONALMENTE, COMO SER HUMANO, COMO SER POLÍTICO, COMO MUJER, COMO NICARAGÜENSE? ¿EN QUÉ ETAPA DE TU VIDA TE SENTÍS?

Como mujer, negra, feminista, sandinista, autónoma, comprometida en la lucha por la defensa de los derechos de la mujer amiga, madre, tía, esposa, capaz. Creo que estoy en una etapa de madurez y siento que estoy en mi mejor condición de aportar conocimientos y experiencias a las mujeres, a mi región, a mi comunidad y a mi entorno más inmediato.

32) ¿QUE CULTURAS SE CONSTRUYEN EN TU CASA? ¿SON DIFERENTES TUS HIJOS E HIJAS?

Trato de promover los valores de solidaridad, valores no discriminatorios, unidad familiar, comunicación afectiva, conocimiento y respeto mutuo

33) ¿CÓMO TE RELACIONAS CON TU PAREJA, TU FAMILIA, TU BARRIO? ¿TENÉS UNA DIMENSIÓN DIFERENTE DE LAS RELACIONES, LA VIDA, LA COMUNIDAD?

Es una relación armónica, de discusión y debate constante y respeto.

34) ¿SOS – TE SENTÍS- FELIZ O INFELIZ?

Me siento feliz, satisfecha conmigo misma, por mi contribución a la familia, a mi comunidad caribeña, al movimiento de mujeres, a la sociedad y al sandinismo.

35) ¿EN QUÉ TRABAJAS O CÓMO SOBREVIVÍS?

Trabajo con grupos de mujeres, hacemos el esfuerzo por impulsar programas de desarrollo desde el ámbito local y el empoderamiento de mujeres, y construimos agendas locales con enfoque de género

36) ¿QUE QUIERES HACER QUE NO HAS HECHO TODAVÍA?

Desarrollar mayor capacidad de gestión y negociación para incidir en los espacios de toma de decisiones en donde las mujeres no son suficientemente escuchadas y/o tomadas en cuenta.

37) ¿QUE ÉSTAS HACIENDO? ¿QUÉ PROYECTOS DE VIDA TENÉS?

Como he afirmado, trabajo con grupos de mujeres, hacemos el esfuerzo para impulsar programas de desarrollo desde el ámbito local y el empoderamiento de mujeres, y construimos agendas locales con enfoque de género. Un elemento central de mi proyecto de vida es contribuir al consenso dentro del movimiento de mujeres nicaragüenses.

38) ¿QUE PRESENTE QUIERES PARA LAS MUJERES EN NICARAGUA? ¿EN EL MUNDO?

Armonía, paz espiritual, empleo, larga y saludable vida, conocimientos, autoestima, poder económico.

39) ¿QUÉ FUTURO VES (Y/O QUERÉS) PARA LAS MUJERES EN NICARAGUA? ¿EN EL MUNDO?

El futuro a corto y mediano plazo es sumamente complejo para las mujeres, particularmente en los países pobres como el nuestro. La pobreza afecta mucho más a las mujeres y el liderazgo político y gubernamental no toma conciencia de ese hecho. El embarazo en las adolescentes, la mortalidad materna, el aborto ilegal, la doble jornada, los salarios más bajos aún en igual cargo que le hombre, son situaciones que están afectando drásticamente a las mujeres. En las discusiones políticas debe incorporarse estas temáticas que son necesidades fundamentales del 52% de la población del país.

www.conamornicaragua.org.ni/.../Dorotea%20Wilson.090304.doc

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